Según las letras que aparecen en
la fachada de nuestro cementerio nos alcanza el año de 1930. Inicia una nueva
década con gente que venía poco a poco de otros lugares de la serranía
liberteña para trabajar en Cartavio.
A fines del siglo XX cualquiera
diría que nadie estaría interesado en visitar el cementerio de noche porque lo
común es hacerlo de día. Me contaron que unos hombres mientras tomaban
decidieron visitar la tumba de su hermano que murió siendo algo joven y era
extrañado en la familia. Llevaron una escalera, también unas cervezas y dentro
tomaron un poco recordando a su pariente querido. Luego salieron usando la
misma escalera como si nada….algo natural en algunas personas.
La gran cruz negra de metal donde personas dejan flores a sus seres queridos de quienes no ubican los nichos y/o tumbas.
Pero las historias llegan a más…..un amigo mío me dijo
en letras grandes: “CLARO LAS BRUJAS Y BRUJOS
SIGUEN ENTRANDO AL CEMENTERIO; ENTRAN COMO SI FUERA SU CASA, HASTA LLAVE TIENEN
DEL CANDADO Y ESO ES CIERTO”.
Veamos pues qué nos dice el relato sobre
el lugar mortuorio de los cartavinos.
“Era finales de 1998. Junto a mi amigo
nos dedicábamos a cuidar por los campos de caña, desde la altura de lo que se
llama “La Experimental” hasta todo lo que está frente al cementerio.
En nuestra ida y venida por esos caminos
nos detuvimos frente al cementerio dialogando, marcaba el tiempo como las 11 de la noche
cuando vimos que llegaba una camioneta 4x4.
El vehículo se detuvo cerca a nosotros y
bajaron una pareja -hombre y mujer- él nos dijo que deseaba entrar con su
esposa para dejar unas flores a un familiar y que habían venido de lejos, que
no podían ya regresar. Le dijimos que no se podía que mejor regresaran otro día
porque no tenían el permiso, pero él insistió mucho y hablaba con educación.
Se notaba que no eran del lugar, ni esa
camioneta la vi antes. El hombre de tez clara parecía realmente ser pareja de
esa mujer. Ambos jóvenes, sí jóvenes.
El señor joven al ver que no le dejaríamos
pasar, nos ofreció S/ 100.00 pero no era el dinero sino que nos desesperó tanto
que en verdad creímos en su palabra. Mi amigo de trabajo y yo consentimos que
se abriera las rejas del cementerio pero le pedimos que por favor no demoren.
La pareja entró con su movilidad y no
demoraron más de 15 minutos, de ahí salieron y dieron las gracias.
Pasaron 20 días y
nos sentamos frente al cementerio. Estando trabajando en el mismo turno de la
vez pasada mi amigo me dijo _mira es la misma camioneta_ no lo podía creer era
la misma. Eran entre las 7:30 y 8:00 de la noche. Bajaron 04 hombres y 04
mujeres, esta vez eran más. Se nos acercan para poder entrar al panteón, pero
eran muchos…..dijimos que no podían entrar. Me preocupó. Ante la insistencia
les dije que regresaran más tarde creyendo así que no vendrían otra vez y nos
dejen trabajar tranquilos.
Y recuerdo que pasó la ronda a las 10:30
p.m. que siempre nos vigilaba. Pero al poco rato de nuevo apareció la camioneta
estacionándose cerca de nosotros.
Un hombre que bajó de la camioneta se
acercó rogándonos que les dejemos ingresar y nos ofreció S/200.00. Quizá el
dinero despierta el interés de dejar pasar así nomás las cosas pero no quería
que entren, me daba temor que nos atrapara nuestro superior que hacía la ronda
u quizá otra persona. Sin embargo les dejamos entrar porque creímos que no demorarían
así como la vez pasada. Con su movilidad ingresaron al panteón a las 11:00 p.m.
cerramos con cadenas las rejas como si nadie estuviera adentro. Mi amigo y yo
nos quedamos afuera mientras vigilábamos el sector que correspondía a nuestra
chamba.
Eran las 12 de la media noche y no
salían, la 1 a.m. y no salían. Estando fuera nosotros en todo el camino de
tierra se escuchaba como si cantaran ¿pero dónde era eso?
Nos fuimos a hacer guardia como era
natural y regresamos frente al cementerio. Las rejas estaban cerradas así que
no podían haberse ido nosotros teníamos la llave. Entonces abrimos las rejas
nos dirigimos preguntándonos qué pasaba….caminamos hacia la gran cruz de fierro
que está al centro. Luego con cuidado sigilosamente doblamos a la derecha y
vimos la camioneta estacionada pero sin nadie dentro, apagamos nuestros
reflectores y salimos rápido de miedo”.
----- Es ahí que un familiar suyo se
levanta de la silla y me dice: esa parte no quiero escucharla me da miedo mejor
me voy. Se retiró -----
“Eran las 5:00 a.m. y no salían los
extraños. Prendí el reflector, otra vez ingresamos usando el mismo camino. Y
esto sí fue peor. Al girar uno de los pabellones del panteón vimos a siete
personas formando un círculo y la otra al centro, todas, sí todas estaban
desnudas haciendo una danza. Habían calaveras, cirios o esos velones prendidos
es lo que vimos a primera vista, luego decidimos salir apurados porque ello nos
hizo temerles…no nos vieron.
Antes de que amanezca, nos llamaron ellos desde adentro. Fuimos a verlos, abrimos la reja y dieron las gracias. Se fueron
en su 4x4 y de ahí, al menos yo, ya no las vi más.
Cuando esa gente se marchó decidimos
entrar para ver si no habían destruido algo o de repente saber qué habían hecho con exactitud.
Al estar dentro pudimos ver un círculo
de cráneos humanos con los velones negros apagados, también muñecos que antes
no estaban ahí. Al centro en donde se había ubicado el chofer en pleno ritual hallamos
un muñeco de trapo grande. Por último salimos sorprendidos y asustados sin
decir de eso a nadie”.
Lugar de los nichos más antiguos del cementerio donde ocurrió este caso.
Fuente oral
Mantengo en privado el nombre por mayor
precaución pero el relato es real y fueron dos los testigos.